Una película con un guión lleno de giros y sorpresas muy interesante. Shyamalan podría hacer un remake cualquier día de éstos...
Supongo que, como Psicosis, la rodaron en blanco y negro para que las escenas escabrosas no fueran tan tremendas.
Olivia de Havilland y su imagen más dulce funcionan mejor que si llega a acabar el rodaje Joan Crawford. Bette Davis hace un papel que le permite ser dulce, transtornada, furiosa o lo que sea.
Y me divierte ver en pequeños papeles al gran Victor Buono sin sobreactuaciones y a un jovencísimo Bruce Dern.
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