Homenajeando a Phillip Seymour Hoffman...
Una comedia vitalista, coral, sesentera y simpática que no llega ser redonda por sus tramas secundarias sin demasiado interés pero que está llena de personajes curiosos. No hay grandes gags pero el tono festivo prácticamente no decae gracias a una banda sonora bien seleccionada y a un ritmo algo acelerado.
Pero de todos los actores me quedo con Kenneth Brannagh. Se lo debió de pasar bomba haciendo de ultraconservador fanático y desagradable.
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