Y cómo con los años Eastwood es cada vez más oscuro, más sórdido, más deprimente. No en todas, claro, pero sí en muchas que acaban siendo unos señores dramones. Por no mencionar sus comentarios sobre la iglesia en películas como Gran Torino o Million Dollar Baby. Para mí que la edad le hace plantearse las cosas de otra forma...
Pero sigue siendo un director ejemplar en su clasicismo y en su claridad.
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