Este correcto remake del film de Sam Raimi intenta marcar diferencias con el original en la cantidad de sangre pero al final, de tanta que hay, llega a ser cómico.
Así que no hay tanta diferencia.
Me hace gracia que usen la cinta que escuchaban en la versión original en los créditos finales. Pero eso de meter a Bruce Campbell diciendo una frase, sin más, y sin doblarlo, no le acabo de ver mucho sentido...
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